martes, 5 de noviembre de 2013

Mamá, me duele la garganta

El frío y la garganta. Esa es la cuestión. Por qué el frio es malo y el calor es bueno. Y por qué me dieron un helado cuando me operaron de las anginas.

Padecí de la garganta demasiados años en mi infancia. Pero la garganta es un término algo impreciso.
Tenía anginas como todos los niños de los 70 y los helados, ese oscuro objeto de deseo, estuvieron vetados en mi dieta durante varios años. Toda la vida queriendo comer helados y la primera vez que me ofrecen uno fue recién operada de anginas. Tenía alrededor de 4 años. Pues ahora no lo quiero. Es más, por qué los helados son malos para la garganta y ahora quieren todos que me coma uno.
Las amígdalas, vulgarmente conocidas como anginas, están en la faringe. Si abrimos la boca delante de un espejo, justo detrás de la campanilla. Después de una intervención hay una cicatriz y una inflamación. Que es lo mejor para bajar la inflamación, el frío. Como cuando vamos al dentista, cuando nos damos un golpe o cuando tenemos una quemadura. Mira tú, que al final el frío no va a ser tan malo. Ante cualquier inflamación lo mejor es un helado cremoso antes que un vaso de leche ardiendo. Si habéis leído bien, algo " fresco" va a ayudar a bajar la inflamación y a bajar la sensación de dolor.


Ahora hagamos otra pequeña aclaración antes de continuar. Las responsables de producir el sonido en el hecho del habla son la cuerdas vocales, se encuentran ubicadas en la laringe. Ubicación de la laringe para los profanos, en el cuello. En la nuez en el caso de los hombres.
A nuestra laringe le gusta más el calor o el frío???
En realidad a nuestra laringe no le gusta ni el calor ni el frío. Y lo que más le molesta son los cambios bruscos de temperatura. Le molesta tanto un helado en el mes de agosto como un café calentito y reparador en el mes de enero. Sufre en ese cambio de temperatura. Tanto como respirar  por la boca, más en pleno invierno. Eso que repetían nuestras madres siempre cuando en pleno invierno salíamos a la calle: "cierra la boca".

Recomendación para proteger nuestro aparato fonador, nuestra laringe, huir de los extremos y más si estamos haciendo un uso vocal. Protegerla de los cambios bruscos, tanto con la bebidas como con el uso de pañuelos para proteger el cuello si hay cambios bruscos por bajas temperaturas o usos abusivos del aire acondicionado. Al igual que los deportistas se protegen la musculación para que después del ejercicio no se enfríe demasiado rápido. Nada demasiado frío al igual que nada demasiado caliente. Eso para la laringe. Pero si como yo queréis convertirlos en la mejor madre del mundo nada como un helado cremoso cuando oyes esa frase terrible, " Mamá, me duele mucho la garganta". 

Foniatra con C de Celia.