domingo, 10 de junio de 2012

El Equilibrio

Posiblemente lo que más he repetido en el gabinete en las últimas semanas.
Pero vamos poco a poco. Los dedos no se entrecruzan sin saber dónde están las dos manos.
Hace unos días le abrí la puerta a una alumna mía y venía bastante enfadada. Ya sentadas las dos delante del espejo me contó que no había quedado contenta con su intervención en la radio. " ¡Y lo habíamos preparado!" insistía.
Después de escucharla insistí en escucharlo juntas.
Efectivamente. Lo habíamos preparado y el resultado no era el esperado.
La razón era sencilla: no había equilibrio ni escucha.



¿Qué es el equilibrio?
Cuando una persona se pone delante de un micrófono tiene sensibilidad. Sí, observar que he escrito sensibilidad y no sentimiento. No son sinónimos aunque mucha gente crea que es lo mismo.
 
sensibilidad.
(Del lat. sensibilĭtas, -ātis).
1. f. Facultad de sentir, propia de los seres animados.
2. f. Propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura.
3. f. Cualidad de las cosas sensibles.
4. f. Grado o medida de la eficacia de ciertos aparatos científicos, ópticos, etc.
5. f. Capacidad de respuesta a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.
 
sentimiento.
1. m. Acción y efecto de sentir o sentirse.
2. m. Estado afectivo del ánimo producido por causas que lo impresionan vivamente.
3. m. Estado del ánimo afligido por un suceso triste o doloroso.
 

La diferencia está clara. Sensibilidad es la facultad de sentir; mientras que el sentimiento está ligado a un estado de ánimo...  ¿ligado al  ánimo? ... la interpretación resulta un proceso caro, demasiado caro, jugándose el dinero un productor, un director de marketing o unos anunciantes para dejarlo todo al ánimo de uno de los jugadores. ¡Pues cómo tenga un mal día!!... Mejor hablamos de SENSIBILIDAD.
Todo el mundo tiene sensibilidad, solo hay que encontrarla. Y nosotros en nuestra explicación: la primera mano. Mano, sí habéis leído bien. Paciencia y seguir leyendo.

Cuando alguien decide seguir formándose con el respeto que se debe tener a cualquier persona que nos escucha hay que hablar de TÉCNICA  y como alguien nos escucha tenemos que hablar de TÉCNICA VOCAL. Hay que aprender un conjunto de procedimientos y recursos que usaremos en el difícil arte de ser escuchados. Dominar la habilidad para hacer uso de esos procedimientos y recursos. Y ya tenemos la segunda mano.

Practiquemos la receta.
 1. Primera mano, sensibilidad. Cerrad el puño.
 2. Segunda mano, técnica vocal. Cerrad el puño.
 3. Acercar las dos manos.
 4. Entrelazar los dedos de las dos manos de manera que parezca una sola.

El error quedó claro: no hubo equilibrio en las manos, no se entrelazaron de forma adecuada. Por miedo, nervios o pensando que así tenía la apuesta ganadora, solo se acordó de la mano que mejor domina: la técnica. No pensó que una vez que sabes cómo hacerlo, qué es lo que tienes qué decir, que lo tienes bien organizado y no has dejado nada a la improvisación,  cuando tienes un esqueleto formado, la sensibilidad, entendida como la capacidad de respuesta, es siempre la jugada ganadora.
Sí, ya se que había dos errores. La escucha. Pero ese... lo escuchareis otro día.


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